Los años pasan y los resultados del informe que todos los años lleva a cabo Sage sobre las pymes, apenas mejoran. Un año más, estos resultados indican que las pymes apenas disponen de un plan establecido para abordar su proceso de digitalización. Tan solo el 19 % de las pymes cuenta con uno, cifra que desciende hasta el 14 % en el caso de autónomos y micropymes. Un dato alarmante si tenemos en cuenta que el conjunto de las pymes representa más del 99 % de la producción de nuestro país.
Desde Sage, Luis Pardo, CEO de la compañía para Iberia, recuerda que el proceso de transformación digital de una empresa es una inversión a medio y largo plazo que debe responder a un plan estratégico orientado a la mejora de la captación y retención de los clientes. Por ello considera que la situación actual podría revertir si las pymes comenzaran a considerar que la inversión en transformación digital debería ser una prioridad. Además, el ejecutivo reconoce que también existe una falta de cultura de la inversión en I+D y que es necesario un cambio de mentalidad entre los empresarios para que vean la tecnología como una apuesta segura y no como un gasto.
Paro Pardo también es esencial el papel del Gobierno, a quien propone llevar a cabo una serie de medidas a largo plazo que promuevan la digitalización. Y avisa acerca de la inestabilidad política, que podría llegar a afectar hasta las empresas.
Por ello, entre las propuestas que lanzan desde la compañía figura la digitalización para luchar contra la economía sumergida. Dar prioridad al I+D desde el Gobierno, con un Pacto de Estado, acompañado de campañas informativas y una ventanilla única de I+D+i.
Aumentar la inversión en la transformación digital también considera que es un elemento clave, así como una reforma urgente del sistema educativo, que permita orientar y fomentar las disciplinas relacionadas con las nuevas tecnologías para aumentar los skills digitales de los estudiantes.
Desde Sage complementan estas propuestas con la necesidad de un programa de ayudas para que los mayores de 40 años puedan adquirir las capacidades digitales que necesitan para que unido a su experiencia les permita seguir siendo competitivos en el mercado laboral.