En un mundo en el que las redes sociales forman una parte importante de nuestra vida, debemos tener en cuenta que en las mismas no es oro todo lo que reluce y que presentan más peligros de los que podemos imaginar, si no las utilizamos correctamente. Tan solo hay que ver que, en ellas, muchas veces, de manera inconsciente, contamos parte de nuestro día a día, información que puede ser usada por terceros, representando una amenaza para nuestra seguridad y volviéndonos vulnerables ante los ciberdelincuentes.
Por ello, desde la compañía especializada en el desarrollo de software y prestación de servicios para la gestión de datos personales: PrivacyCloud recomiendan no compartir en exceso información sobre nuestra vida privada.
Recuerdan que es conveniente prestar atención a los términos y condiciones de las políticas de privacidad y cookies, sobre todo a la letra pequeña. Muchas veces aceptamos las mismas sin tener en cuenta las consecuencias. Un dato que nos puede hacer recapacitar: según PrivacyCloud, el 83 % de las páginas web más visitadas cuentan con políticas de privacidad abusivas para el usuario y el 99 % de las webs analizadas incumplen la obligación de permitirnos rechazar directamente las cookies con la misma facilidad con la que las aceptamos. Además, el 9 % equiparan la cesión de datos, a través de su aceptación, a un peaje de acceso al no permitir al usuario visitar el sitio web si no acepta las mismas.
Revisar la configuración de privacidad de nuestras redes es indispensable, recuerdan. Debemos configurar correctamente estas opciones en nuestros perfiles en las redes, activando los límites en cada una de ellas porque estas características suelen venir desactivadas, recuerdan desde la compañía. De esta manera conseguiremos que solo tengan acceso a nuestros datos las personas que queramos, reduciendo los riesgos.
Al igual que las condiciones que nos exigen las apps para utilizarlas. Muchas nos piden permisos de acceso a nuestros perfiles. De esta manera pueden acceder a nuestro email, fotos, información de nuestros contactos…
También sería más que recomendable admitir solo a contactos conocidos, lo cual impediría que los desconocidos sepan más de nuestra vida que nosotros mismos. Y si se decide aceptar a alguien a quien no conocemos, al menos hay que revisar su perfil antes de admitirle.
Tampoco hay que dejar abiertos nuestros perfiles en todo momento, sobre todo cuando se usan ordenadores compartidos y redes wifi abiertas.
Por último, aconseja usar un gestor de datos personales como WeRule. Una solución que permite a los usuarios controlar los riesgos de nuestra privacidad al usar cada una de las aplicaciones que descarga. Muestra los datos que registra cada servicio y cómo los utilizará si la información es compartida por terceros o si la usan para enviar publicidad, por poner algunos ejemplos.