Las pequeñas y medianas empresas continúan siendo el pilar fundamental de la economía española. Representan el 99,8 % del total del tejido empresarial, una cifra que se mantiene estable en los últimos años y que está en línea con los países de nuestro entorno. Con cerca de 2,9 millones de pymes activas, su peso en la generación de empleo supera el 60 %, consolidándolas como actores esenciales en la estructura productiva del país.
En el contexto del Día Mundial del Emprendimiento, InfoJobs ha analizado el papel de estas empresas y los desafíos que enfrentan. El informe, realizado en colaboración con Esade, pone el foco en temas como la evolución de las vacantes, las previsiones de contratación y la vulnerabilidad ante los ciberataques, tres frentes que marcarán el futuro inmediato de las pymes.
Aunque las grandes empresas siguen concentrando la mayoría de las ofertas de trabajo (el 65 % de las vacantes en InfoJobs proceden de compañías con más de 50 empleados), las pequeñas empresas mantienen una participación significativa con el 35 % de las vacantes. Sin embargo, estas últimas han sufrido un mayor retroceso en el último año, con un descenso del 5 % en las ofertas publicadas, frente al 1 % registrado por las compañías de mayor tamaño.
Pese a esta caída, las previsiones apuntan a una leve recuperación. Un 48 % de las pequeñas empresas prevé contratar en los próximos seis meses, mientras que el 52 % de las medianas estima hacerlo en el plazo de un año. En términos generales, un 41 % del conjunto empresarial aumentará su plantilla a corto plazo, aunque la mayoría opta por mantener el nivel actual de contratación.
El estudio también refleja disparidades en la percepción sobre el mercado laboral. Las microempresas se muestran más pesimistas: un 41 % cree que la situación del empleo empeorará en los próximos dos años. Las medianas empresas, en cambio, mantienen una visión algo más optimista, sobre todo en el horizonte de un año.
En el ámbito digital, la ciberseguridad emerge como un desafío crítico. Dos de cada tres pymes no han ofrecido formación en esta materia durante el último año, una carencia especialmente notable en las microempresas, donde solo el 22 % ha implementado acciones formativas. La falta de recursos y concienciación las convierte en objetivos fáciles para los ciberataques, a pesar de que muchas no perciben el riesgo como inminente.
A estos retos se suma la posible implantación de la jornada laboral máxima de 37,5 horas semanales. Según la patronal Cepyme, esta medida afectaría al 75% de los trabajadores y reduciría el tiempo de trabajo en un 2,8 %. Las pymes alertan de que, sin medidas compensatorias, este cambio podría afectar su competitividad y dificultar su sostenibilidad, especialmente en un entorno marcado por la incertidumbre económica y los cambios regulatorios.