Europa necesita un mercado único digital con las mismas reglas para todas las empresas que operen en el mismo. Esta es una de las conclusiones fundamentales que podemos extraer del 29 Encuentro de Telecomunicaciones y Economía Digital celebrado en septiembre en Santander, ya que como afirmaron los presentes, las reglas existentes son muy antiguas y lentas, con una evolución tecnológica muy rápida. Y aunque este mercado, de momento, no es único, la digitalización es una gran oportunidad para unificarlo.
“El avance de la economía digital europea con respecto a la de Estados Unidos es muy lenta”. Así lo afirmaba José Manuel de Riva, presidente de AMETIC. Y es que tan solo hay que observar los datos: la inversión en TIC de empresas norteamericanas era de más del 20 % en el año 2000, cifra que ha ascendido hasta casi un 50 % en 2015. Otro dato importante: tan solo un 1,7 % de las empresas europeas se ha transformado digitalmente de manera intensiva, según de Riva, mientras un 41 % de las pymes de la Unión Europea no han comenzado a utilizar las tecnologías y un 14 % de las pymes usan Internet como canal de venta. Esto lleva a que en una década, de 2001 a 2011 un 55 % del crecimiento de los Estados Unidos sea fruto de la incorporación de las TIC, cifra que tan solo alcanza el 30 % en Europa.
Y es que tal y como de Riva comentó, hemos retrocedido mucho y el crecimiento actual es a un ritmo escaso. ¿El papel de la UE dentro de la economía global? El PIB europeo tan solo creció un 6,1 % entre 2008 y 2014, mientras el de Estados Unidos lo hizo en un 31 % y el de China superó el 100 %.
Tampoco son buenos los datos referentes al destino de las inversiones extranjeras por la presión de la UE, las trabas burocráticas a la hora de abrir una empresa, la escasa financiación recibida para tal fin o el ineficiente sistema educativo europeo, que implica una escasez de cualificaciones de ciencias y tecnología, así como una demanda privada estancada en Europa por la crisis.
El caso español
En España el cambio de tendencia positivo durante este año nos hace ser optimistas, tras seis años malos en los que nuestro mercado acumuló un retroceso del 18 % en 2014. Los datos en este 2015 indican un crecimiento del 2,1 %, superando los 79.000 millones de euros, aunque el presidente de AMETIC aseguró que las telecomunicaciones y la electrónica de consumo siguen en recesión.
En definitiva, y a nivel europeo, aunque estamos en un cambio de tendencia, tenemos que pensar que hemos sufrido un gran retroceso y que nuestros competidores crecen a una mayor velocidad, sin acciones efectivas a nivel político y con una regulación que prima sobre la política industrial, confirmó el directivo.
¿Cómo podemos reorientarnos? Según el presidente de AMETIC impulsando la transformación digital de los sectores productivos y la inversión por parte del sector privado, con el fin de apostar por su transformación digital, respondiendo al mismo tiempo a los retos del Mercado Único Digital. Sin olvidar una mayor formación de los profesionales digitales.
Hacia el Mercado Único Digital
El Mercado Único Digital parece ser la solución y cuanto antes mejor, junto al impulso de la industria TIC y la transformación digital de los sectores productivos de la sociedad y de las Administraciones Públicas. Todo ello bajo el paraguas de una legislación y una regulación orientadas al crecimiento de la economía con los sectores privado y público involucrados. El primero priorizando la inversión productiva y el segundo asumiendo el liderazgo y la responsabilidad en el proceso.
También sería necesario, según el experto, acelerar el despliegue de infraestructuras de gran capacidad y el incremento de la inversión pública y privada en I+D. Y todo ello sin olvidar la generación de ecosistemas digitales a través de proyectos tractores multisectoriales o adecuar la formación al nuevo ecosistema digital.
Retos
Por su parte el vicesecretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Víctor Calvo-Sotelo, destacó el papel que tiene jugar la economía digital en el crecimiento de nuestra economía y más teniendo en cuenta que las empresas digitalizadas son un 10 % más productivas, exportan el doble y generan muchos más puestos de trabajo.
En su opinión, el sector industrial tiene que jugar un papel destacado porque “hay que impulsar una industria digital innovadora, conectada al big data, cloud computing e internet de las cosas”.
Recordó que también hay que hacer un mayor esfuerzo en el comercio electrónico y en el uso de las TIC por parte de las pymes, a las que el gobierno quiere ayudar en sus líneas de actuación prioritarias.
Emilio Giliolmo, vicepresidente ejecutivo de Fundación Telefónica, también apostó por las TIC como motor de desarrollo económico en una Europa unida, con unas reglas comunes, aunque reconoció que todavía hay que solucionar algunos hándicaps como los que apuntó Pilar del Castillo, eurodiputada y presidenta de la Fundación Europea de Internet, entre ellos la lentitud de la Unión Europea en la toma de decisiones y su aplicación. Otro de estos hándicaps fue apuntado por José María Álvarez-Pallete, consejero delegado de Telefónica: la escasez de compañías europeas tecnológicas. Y es que solo hay dos, apunta el directivo, así como el hecho de que solo un 17 % de empresas han terminado su transformación digital y un 41 % ni siquiera la ha iniciado.
¿Qué más se puede hacer? Crear nuevas estructuras para poder crecer, crear empleo y competir con EE.UU. y China, responde Phillip Humm, regional CEO de Vodafone para Europa.
Otras voces como la de Markus Borchert, vicepresidente de head Nokia Europe, consideran que Europa tiene que convertirse en el Silicon Valley de la industria, asumiendo el papel de líder, porque si no se verá amenazada por otras partes del mundo. Para ello recomienda invertir en tecnología 4G y 5G ya que Corea y Japón van a lanzar esta última en los próximos años y Europa debería hacerlo para el año 2020.
A la agilidad, mejora continua y una rápida reacción aludió Marisa Felipe, directora general de Operaciones HP Servicios Sur de Europa, a la hora de competir y ofrecer servicios en el nuevo mercado, por lo que asegura que las áreas de transformación que tienen que abordar las empresas pasan por la infraestructura híbrida, la protección, el big data y la productividad. Por ello advirtió que las empresas tienen que integrar las aplicaciones tradicionales con las nuevas si quieren conseguir el éxito, proteger su negocio de ciberataques y realizar mejoras continuas, así como sacar partido a sus propios datos y modernizar su hardware y su software para gestionar su volumen. Todo ello sin dejar de lado la productividad, conseguir interfaces y aplicaciones intuitivas, colocar al usuario en primer lugar y planificar la mejora continua de las infraestructuras.
La supresión de las barreras también es fundamental, apuntó Pilar López, presidenta de Microsoft España, algo en lo que los gobiernos tienen un papel protagonista. A lo que Pastora Valero, directora general de asuntos públicos y relaciones institucionales para Europa, Medio Oriente y África de Cisco Systems, añadió que los gobiernos tienen que hacer una regulación que responda a la inteligencia, la innovación y la interconexión. Al tiempo que abogó por una gran coalición para la creación del empleo y por las competencias digitales para formar a los profesionales que se necesitan.
Pero para todo ello hace falta un liderazgo político y empresarial, confirmó John Higgins, director general de Digital Europe.
Sin duda alguna los mayores retos vienen de la mano de los entes reguladores españoles y europeos para establecer un enfoque integral y estable que dé certeza a los inversores del sector, apunta Alejandra de Iturriaga, directora de Telecomunicaciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Por ello dice que el papel del regulador tiene que garantizar la conectividad, un enfoque integral y tener en cuenta la actuación de nuevos agentes, sin perder de vista a los tradicionales.
Aires de optimismo
El optimismo llegó de la mano de Antonio Coimbra, consejero delegado de Vodafone España, quien se mostró convencido de que se abre un nuevo ciclo de crecimiento para el sector de las telecomunicaciones tras haber perdido en los últimos años un 28 % de sus ingresos. Y es que, tal y como dijo, el sector ha mantenido una inversión del 17 % entre 2009 y 2014.
Entre los negocios que cobrarán un mayor protagonismo figuran los relacionados con la educación online, la impresión 3D, el transporte autónomo o la cultura digital, enumeró Jaime Rodríguez. Socio de Estrategia de Telecomunicaciones de Monitor Deloitte.
Mientras el sector audiovisual, responsable del 6,8 % del PIB, debería estar también en el centro del debate, no en vano genera 6,5 millones de empleos, recordó Tobías Martínez, consejero delegado de Cellnex.
INMA ELIZALDE