Las redes sociales pueden ser un arma de doble filo para las pymes, por ello, siempre recomendamos a las empresas que antes de lanzarse a crear perfiles, identifiquen cuál es la red que más les conviene, valorando los pros y contras de cada una de ellas. Desde nuestra experiencia, detectamos las siguientes ventajas:
Facebook aporta notoriedad y reconocimiento a las pymes fuera de su entorno local. Además, permite captar nuevos clientes y fidelizar a los ya existentes gracias a que la empresa se presenta como una organización cercana con la que pueden cubrir sus necesidades. Por último, Facebook genera flujos de información del mercado que pueden ser recogidos por la pyme, tales como las reacciones de los usuarios frente a ciertos productos, descubrir tendencias o averiguar los intereses de su target.
Instagram, por su parte, cuenta con la ventaja de aumentar las ventas ya que está demostrado que los e-commerce incrementan sus ratios con las fotos de sus productos. Cualquier compañía relacionada con moda, cocina u hostelería debería dar prioridad a esta herramienta.
En Twitter prima la inmediatez del mensaje y si este es considerado importante por los usuarios, puede convertirse en un mensaje viral. Además, tuitear incrementa las visitas al blog o negocio en Internet y es un canal excelente para enviar noticias relevantes a su mercado diana. Las pymes también pueden usar Twitter para apalancar el servicio de atención al cliente y la estrategia de generación de marca del negocio.
Google+, al ser la red social del propio Google, ayuda a la empresa a posicionarse mejor en el buscador que cualquier otra red social.
Y LinkedIn debe ser tenida en cuenta por las empresas que tienen servicios o productos que ofrecer a otros negocios, ya que se consigue un contacto directo con los referentes de cada industria. Además, permite captar talento, contactar a posibles candidatos para la empresa y adquirir notoriedad en los debates que se generan con profesionales afines.
Problemas
Sin embargo, las redes también presentan ciertos “problemas” para las empresas. Así, Facebook e Instagram cuentan con una dificultad, la de aprender a usar el marketing digital de una forma eficiente, a través de la medición y evaluación de los resultados. Lleva un tiempo del que no disponen muchos emprendedores por lo que, al final, entran al mundo digital sin los conocimientos necesarios y sin una estrategia social definida. Además, en la mayoría de los casos se comete el error de que los perfiles sean llevados de manera amateur, y terminen siendo gestionados como cuentas personales. La inversión necesaria es mínima si se compara con otros medios publicitarios pero si un empresario no está dispuesto a llevarla a cabo, su estrategia de social media no servirá de mucho y será un fracaso.
En Twitter: el límite de 140 caracteres hace que los mensajes deban ser cortos y directos. Por otro lado, la cantidad de ruido que se genera en esta red hace que sea difícil ser escuchado y poder mantener un público fiel. En este sentido, la gran cantidad de “tuiteos” puede hacer que el mensaje pase desapercibido para el nicho de mercado al que se dirige. Twitter también es usado por muchos usuarios para hacer spam, quemando a los seguidores.
Google+, si no se tienen demasiados conocimientos, puede resultar un poco complicada ya que acciones sencillas en otras redes como la edición del perfil pueden ser más complejas. Además, los famosos círculos pueden ser un problema, ya que si se profundiza en ellos se puede perder la perspectiva de quienes nos siguen. En cuanto al posicionamiento, hay que tener cuidado ya que si se abusa de esta red se nos puede penalizar.
Por último, la principal desventaja de LinkedIn es que para optar a las mejores características hay que pagar.
Elena Herrero
Managing partner de Quadram Mobile Solutions