Se resistía a irse. La última hoja del calendario se negaba, solitaria, a dar paso a un 2020 lleno de vida, resplandeciente… Hasta que este la desplazó.
2020 apareció triunfante, colorido, intacto, repleto de ilusión. “Y así voy a quedarme durante un tiempo”, pensó.
“Mira lo que queda de 2019”, se dijo a sí mismo. “Espero que los humanos reflexionen al verlo. 2019 es solo un recuerdo remoto y yo lo seré en 365 días. Si no viven intensamente, no extraerán lo mejor de mí y me iré en un suspiro”. Y así, se colocó frente al mundo para hacerle reflexionar sobre ello.
Feliz 2020.