¿Estás creando un nuevo negocio o eres una startup? ¿Necesitas inversores? ¿Quieres solicitar una subvención? ¿Quieres conocer la viabilidad de tu idea de negocio?
Todos estos casos son complicados y de muy compleja solución. Lo que sabemos es que, para solucionar cualquier reto, lo primero que hay que hacer es saber cómo estamos, qué queremos y después ver cómo conseguirlo. Desde Revista Pymes te explicamos cómo clarificar ideas, marcar objetivos, estrategias y planificarlas para poder resolver todos estos interrogantes. Te hará falta un plan y una hoja de ruta para poder resolverlos, por eso, te enseñamos a hacer un «plan de negocio».
Un plan de negocio es una descripción escrita del futuro de tu negocio. Una lista de estrategias que te ayuden a alcanzar tus metas. Este plan, debe contener una serie de puntos claves: la situación en la que estás, qué objetivos quieres lograr, una estrategia para conseguirlos, los recursos humanos y materiales necesarios y, por último, la inversión para financiar tu proyecto y un plan de soluciones para resolver problemas futuros, que pueden ser internos, propios del entorno o provocados desde fuera.
1º Resumen ejecutivo
Dentro del resumen ejecutivo podemos diferenciar tres puntos concretos:
- Índice: en el que deberás ordenar todos los puntos del plan de negocio, con el número de páginas correspondiente. Debe de tener los aspectos nucleares del plan para que el lector se haga una idea de lo que va a leer.
- Datos de la empresa: todo lo relativo a logos, nombre, dirección, teléfono, perfiles redes sociales …
- Establecer la visión: Comienza el plan pensando en el final. Debes comunicar hacia dónde quieres llevar tu negocio. Es bueno que se plasmen aspectos como: la misión, la visión y los valores de tu empresa, para que la conozcamos mejor y podamos ver su rumbo.
2º Situación de partida y objetivos
- ¿En qué situación está la empresa? Hay que plantearse en qué punto está nuestra empresa y el estado de la misma, es decir, tener en cuenta los recursos humanos, los recursos materiales, los clientes que tenemos, el dinero con el que contamos … Se trata de hacer un resumen descriptivo y muy directo de en qué situación nos encontramos.
- Estructura del negocio y entorno: En este punto lo más lógico es utilizar el DAFO, de esta forma podremos analizar nuestras fortalezas y debilidades, así como descubrir las posibles oportunidades y amenazas que ofrece nuestro entorno.
- Objetivos del negocio: Este punto se basa en lo que quieres hacer con tu negocio y para ello vas a marcar una serie de puntos como estos: «aumentar un 5% la cuota de negocio», «aumentar ventas», «establecer una revista online»… Una vez establecidos los objetivos debemos justificarlos, es decir, estamos de una determinada manera y vamos a tratar de llegar al objetivo marcado porque nos beneficia. Además, debemos especificar los objetivos generales y convertirlos en objetivos mucho más concretos, por ejemplo,»contratando dos informáticos podemos crear nuestro propio departamento de informática que nos va a ayudar a montar nuestra revista online».
3º Estrategia para conseguir los objetivos, un plan de acción
Cómo piensas lograr tus objetivos. ¿Cuáles son las estrategias que seguirás para lograr tus objetivos? ¿Cuál es tu target o público objetivo?
Sabiendo cómo estamos y a lo que queremos llegar a corto plazo, tenemos que planificar nuestra estrategia, estableciendo unos recursos humanos y materiales para lograr los objetivos establecidas. Hay que ver si tenemos el personal para llevarlo a cabo, si hay viabilidad económica, cuándo podemos comenzar a trabajar en ello y cómo lo vamos a hacer. Además, para completar nuestra estrategia podemos acompañarla de un estudio de mercado, de un análisis DAFO, de una valoración de nuestra competencia o de cualquier otro estudio cualitativo o cuantitativo.
4º Evaluación de procesos para mejora
Ya que tenemos una visión, unos objetivos y una estrategia, debemos de medir y analizar si vamos cumpliendo los planes. En caso de que no ser así, ir moviendo las piezas (los recursos) hasta conseguirlo. Este proceso de evaluación debe ser sistemático y constante para que sea productivo.
La cultura de la evaluación y mejora de procesos siempre debe de estar presente. Un plan de negocio se debe de estar constantemente mejorando, ampliando e implementando lo que surge de él a nuestro día a día, podemos decir que es un documento vivo.