Según los expertos, no es tan importante las horas que se trabaja como la productividad que se consigue. Sin embargo, durante las últimas décadas se lleva hablando de un término que hoy en día es un factor de riesgo para la salud: la adicción al trabajo, que puede, en algunas ocasiones llevar a la ingesta de otras sustancias adictivas. Ante esto al enfermo se le presentará, además, la tesitura de cómo dejar las drogas. Para ello tendrá que ponerse en manos de profesionales que puedan asesorarle. Mas Ferriol es un ejemplo de ello.
En España diferentes estudios sitúan la adicción al trabajo en torno al 12 % de la población, aunque la Estrategia Nacional sobre Adicciones (2017-2024) no la reconoce como tal.
Llevarse el trabajo a casa se ha convertido en algo habitual. Bien por conseguir el éxito profesional, por el exceso de responsabilidad o por la falta de tiempo ante el gran volumen de tareas a llevar a cabo, muchos profesionales optan por llevarse el trabajo al salir de la oficina, lo cual les impide desconectar, olvidándose de la necesidad de mantener el equilibrio entre el ámbito familiar, social y laboral.
¿Cómo reconocer que estamos sobrepasando los límites?
Como en todas las adicciones, uno puede negar que su comportamiento es anómalo, encubriéndolo tras la implicación laboral. Pero los signos son evidentes, según los expertos.
Un adicto trabaja más de 45 horas cada semana, hasta altas horas de la noche, incluso estando enfermo. Se lleva el trabajo a casa. Asume mucho más de lo que le corresponde. No solo no respeta los horarios de comida, sino que come en cualquier lugar, incluso en su mesa de trabajo. Nunca rechaza nuevas propuestas y su tema de conversación favorito es el trabajo. Y no disfruta de su tiempo libre porque continuamente piensa en los temas laborales que tiene pendientes.
Consecuencias de la adicción
¿En qué deriva todo ello? En una menor relación con amigos y familiares, ante los que siempre intentará justificarse por el exceso de trabajo. Y en problemas de salud como un gran cansancio. Problemas de sueño. Mala alimentación. Un incremento del nivel del colesterol y de la tensión. Contracturas musculares, dolores óseos y aumento de las infecciones.
Una problemática que irá en aumento cuando el estrés comienza a hacer mella y la infelicidad es una constante. Es en ese momento cuando el rendimiento desciende y las relaciones con compañeros y jefes empeoran.
La depresión es otro riesgo latente. Cuando esta se manifiesta, el adicto puede recurrir incluso a la toma de sedantes para dormir y estimulantes para mantenerse despierto en horas de trabajo. Incluso puede optar por otro tipo de adicciones como el alcoholismo o la cocaina para soportar las largas jornadas de trabajo.
Soluciones para salir de la adicción
¿Cómo ayudarle a salir? Un paso muy importante en cualquier tipo de adicción viene de la mano del protagonista de la misma. Tiene que reconocer su problema y poner todos los medios a su alcance para solucionarlo. Sobre todo, si tenemos en cuenta que muchos adictos al trabajo llevan sobre sus espaldas otras adicciones para las que van a necesitar ayuda especial.
Pero hay que recordar que no va a poder hacerlo solo. Familia, compañeros y amigos son más que necesarios en la nueva etapa que tiene que afrontar. Será fundamental iniciar un nuevo camino en el que tendrá que aprender a dejar las drogas a un lado para volver a la senda que abandonó. Y tras esto, resolver la problemática de la adicción al trabajo.
El gran cantante Eric Clapton dijo una vez: “Me convencí de que por algún misterioso motivo yo era invulnerable y no me engancharía. Pero la adicción no negocia y poco a poco se fue extendiendo dentro de mí como la niebla”. Sin duda alguna este tipo de frases la han oído más de una vez en Mas Ferriol, donde tienen un gran conocimiento de todas estas problemáticas.