Desde la experiencia de haber trabajado codo con codo con multitud de compañías, tanto financieras como de otros sectores, en sus procesos de facturación, cobro y gestión de la morosidad, estoy convencido de que, en este momento, los empresarios y gerentes de pymes compartimos algunas preguntas: ¿Cuáles son las claves para sortear esta crisis? ¿Mi “caja” aguantará si se alargan los periodos de pago y se pierden algunos servicios, proyectos o clientes? ¿Qué va a pasar con los pagos? Y los bancos, ¿serán mis aliados? ¿Puedo evitar un impacto grave en los resultados? ¿Hay oportunidades “ocultas” en esta situación? Y las medidas tomadas por el Gobierno, ¿por dónde puedo empezar y quién me puede asesorar para poder ponerlas en práctica? ¿En qué medida me afectan?
Sin duda, el punto que puede herir o acabar de forma definitiva con cualquiera de nuestras empresas es la tesorería y los impagos. Dadas las circunstancias y las similitudes en el comportamiento podemos establecer los paralelismos y me permito llamarlo “impagovirus”.
Al igual que nuestras UCI están al borde del colapso, nuestras pymes y autónomos, utilizando términos médicos, estarían incluidas en los listados de “personal de riesgo”. Podríamos describir las medidas gubernamentales como “una de cal y otra de arena” porque, aunque hay algunas medidas favorables (agilidad ERTEs, avales para financiación), las últimas imposiciones (permiso retribuido recuperable) no parecen venir para ayudar en ningún sentido. De hecho, muchos de estos negocios es posible que se enfrenten a una situación crítica, desgraciadamente como la de nuestros mayores… Como responsables de nuestras compañías, nuestro deber es amortiguarlo por lo que debemos actuar de forma inmediata.
El efectivo por delante…
“Cash is king” aquí, y en cualquier sitio del mundo donde haya un negocio. Sin embargo, cuando el “cash” es para pagar a proveedores, hay que reconocer que la seriedad y el rigor con el que se tratan los pagos, no son iguales por países, ni por culturas. Y por desgracia, en nuestra querida “piel de toro”, es costumbre general faltar al respeto de manera continua en el apartado que debería ser el más sagrado de cualquier transacción comercial (toda vez que se ha prestado el servicio o se ha entregado el producto): pagar y hacerlo puntualmente en el plazo acordado, o en su caso, el marcado por ley.
Pues bien, siendo este un mal endémico y cultural, en situaciones coyunturales como esta crisis del coronavirus, la situación se complica y lo hace de manera tremendamente contagiosa y agresiva. De ahí el acuñarlo como “impagovirus”.
La similitud es muy clara: se propaga de unos a otros por un simple contacto con mucha facilidad, traspasa fronteras locales, provinciales e internacionales, los afectados pueden no saberlo mientras se incuba y el contagio puede venir por varios frentes a la vez.
Como es una realidad empírica que sucede en todas las crisis, nos vamos a ahorrar la parte teórica y vamos a ser pragmáticos: siempre ocurre y va a volver a ocurrir. Por tanto, ¿qué podemos hacer? ¿cómo nos defendemos? En este caso, ¿hay vacuna?
Algunos consejos
A continuación, os ofrezco algunas recomendaciones prácticas que lo son a corto plazo, pero con visión de medio y largo (para este contexto, el largo plazo es más de 6 meses):
- Vacúnate: rellena la caja y haz un colchón. De sobra, a por el máximo. ASEGURA transacciones mediante las compañías aseguradoras especialistas. Hay que aprovechar las líneas de crédito, los avales públicos y plantear operaciones claras y transparentes a los BANCOS. Con el precio del dinero en mínimos, hay que preparar un buen colchón. Y por qué no, podemos encontrar oportunidades para usarlo adecuadamente en el plano de compras o inversiones si al pasar el “pico”, por seguir con las similitudes, nos sobra algo.
- Identifica orígenes y potenciales infectados que te pueden contagiar: ya los conoces, están en tus cuentas. Empieza por revisar cuántas facturas de más de 60 días sin cobrar tienes. ¿Quiénes son? Haz un análisis de clientes críticos. Gestiona. Habla con ellos. Revisa su fortaleza económica en bureaus de información.
- Prepárate para atender a los afectados: van a empezar a retrasarse. Prepárate. Monta un equipo de gestión de cobros. Prepara la información. Haz un cuadro de mandos. Revisa de manera continua las facturas más importantes.
- Aplica retrovirales: la ley de morosidad permite hacer recargos del tipo de interés legal (hoy por hoy un 8%). Anuncia su aplicación a todo el que pase de 45-50 días.
- Aprovecha a medio y largo plazo todo lo aprendido: como en la crisis sanitaria, que en condiciones extremas está sacando lo mejor de nosotros, aprovecha para TRANSFORMAR tu empresa, tu organización. Tener cuadros de mando, vigilar los impagos, LIDERAR la situación, aprovechar la eficiencia que supone el Teletrabajo, implantar circuitos eficientes de facturación, usar RPA para automatizar tus procesos, los envíos de facturas y la aplicación de recargos. Todo esto te permitirá salir reforzado.
Y, como regla general para ser EFICIENTE, apóyate en EXPERTOS y ESPECIALISTAS en la TRANSFORMACION, en herramientas de gestión de riesgo de crédito, cobro y recuperación, y en capacidades que te den soporte en la robotización de tus procesos internos y la gestión de recobro amistoso y LEGAL.
Agustín Rodríguez
Socio & CEO Corporativo de pfsGROUP