Con motivo de la celebración, el pasado 27 de junio, del “Día de las Microempresas y las Pequeñas y Medianas Empresas”, Spainsif organizó un coloquio ISR sobre el estado de la inversión sostenible y responsable para estas organizaciones en España.
Actualmente el sector privado se encuentra en plena transición hacia unas economías inclusivas y neutras en carbono. En este proceso de adaptación es esencial que todas las capas del tejido empresarial accedan a capitales con criterios de sostenibilidad. En el caso de España, destaca la figura de las pymes que, a pesar de aportar el 65 % del PIB nacional y el 75 % de los puestos de trabajo, presentan características de heterogeneidad o tiempo esperado de supervivencia que pueden estar ralentizando su transformación.
Para las pequeñas y medianas empresa su principal reto operativo es su tamaño, seguido de la digitalización y la lucha contra el cambio climático. Un desafío en el que las pymes prevén dificultades en la transición y que para las grandes empresas es su principal reto. En cuanto a las oportunidades que puede dejar esta transición destaca la creación de nuevos negocios y productos gracias a la demanda de sostenibilidad en el mercado, así como los posibles incentivos que puedan obtener mediante la innovación sostenible.
En este escenario el sector financiero debe tomar un papel de facilitador y agente de cambio para la transición. Pero para que pueda desarrollar esta labor debe disponer de información sobre el desempeño ambiental, social y de gobernanza (ASG) de las pymes. Una tarea que no es nada fácil ya que, de acuerdo con los datos del Pacto Mundial de Naciones Unidas en España, únicamente el 22 % de las empresas españolas encuestadas desarrollan una memoria de sostenibilidad alineada con la Directiva de Información No Financiera vigente. El 69 % de ese porcentaje son grandes empresas, mientras que el 7 % son pymes y el 2 % autónomos. Un bajo porcentaje que se puede deber a que generar información no financiera supone un sobrecoste que puede poner en riesgo la viabilidad económica de las pymes españolas. Un sobrecoste que incluye la necesidad de formar a los empleados en materia de sostenibilidad.
Para facilitar esta tarea la Comisión Europea ha propuesto la reforma de esta directiva de divulgación que pasará a llamarse Directiva de Divulgación de la Información de Sostenibilidad. Entre las novedades se incluye una mayor cobertura y normas simplificadas orientadas a las pymes. Esta propuesta tiene en cuenta la viabilidad económica de la empresa y puede resultar clarificadora, comparable y ayudar al efecto arrastre en las cadenas de suministro de las grandes empresas.