Los ciberataques siguen siendo protagonistas a pesar de que ESET apunta a un descenso interanual del 13 % en las detecciones de ciberamenazas durante 2022. Unas amenazas que afectan a todas las empresas independientemente del tamaño y sector de actividad.
Ante esta realidad se torna imprescindible que las pymes, las cuales tienen una menor capacidad de recuperación ante desastres, se armen para ser capaces de reducir posibles brechas de seguridad, así como mitigar el daño que un ciberataque pueda ocasionar en su negocio. Daños que pueden ir desde la pérdida de datos confidenciales de clientes o robo de información financiera hasta la pérdida de confianza de los clientes.
Según datos de la encuesta de ESET del pasado año, el 69 % de las pymes afirmaron haber sufrido una brecha de seguridad o haber actuado ante un indicio claro de una en los últimos 12 meses. Además, un tercio de las empresas encuestadas aseguró haber sufrido más de una infracción.
Asimismo, el estudio refleja la preocupación del 70 % de las pymes. Un porcentaje que asegura que la inversión realizada en seguridad informática no ha seguido el ritmo de los cambios en los modelos operativos. Por otro lado, el 77 % las empresas encuestadas afirmaron que seguirá utilizando tecnologías diseñadas para facilitar el trabajo híbrido como, por ejemplo, el RDP a pesar de los riesgos de seguridad.
El informe de ESET muestra también que muchas pymes están avanzando correctamente en sus planes de seguridad. De hecho, el 50 % está implantando autenticación multifactor y otro 50 % está comprometido con el uso de una VPN corporativa. Mantener actualizadas las herramientas de acceso remoto (49 %) y utilizar configuraciones más seguras para las herramientas de acceso remoto (37 %) son otras de las acciones implementadas.