Desde hace años la campaña navideña se ha convertido en uno de los principales sustentos de los comercios en todo el mundo. Tanto es así que, en ciudades como Madrid o Barcelona, las aglomeraciones de peatones en las principales calles comerciales se suceden durante días. Pero con el auge de la digitalización, muchos comercios han tenido que reinventar sus modelos de negocio. Si antes era únicamente el negocio local el responsable de concentrar todas las compras, ahora cada vez es más frecuente recurrir a proveedores que, en apenas unas horas, llevan hasta la puerta de casa cualquier artículo tanto de alimentación como tecnología, juguetes o libros entre otros, sin más esfuerzo para el usuario que apenas un par de clics.
En España, el comercio online ha sufrido un nuevo impulso con motivo de la campaña del Black Friday, con un importante incremento del 45 % en el número de pedidos respecto al año pasado. Una tendencia alcista que se confirmará también en la campaña navideña, en la que se espera que se produzcan más de 108 millones de entregas por parte de servicios de mensajería y de compañías especializadas en venta online, lo que supone aproximadamente un incremento del 7% respecto al pasado año.
Traducido a cifras más simples, cada día se producirán aproximadamente 3,7 millones de envíos, lo que supone un importantísimo esfuerzo logístico, no solo para repartidores y centros logísticos, sino también para las propias empresas comercializadoras. En todo el mundo, la tendencia es parecida. Según el informe Data Never Sleeps que publica Domo, los clientes de Amazon gastan algo más de 421.000 euros por minuto, algo que reafirma el papel trascendental del e-commerce mundial.
Hablaba antes del auge de la digitalización. Y es que el dato se ha convertido en la unidad de medida imprescindible para todo lo que hacemos, desde enviar un correo electrónico hasta analizar el rendimiento de nuestras empresas. En el caso de las empresas logísticas o de comercio electrónico, la digitalización es ya el motor que impulsa prácticamente todas sus operaciones, en un contexto en el que, por ejemplo, ahorrar un minuto en el reparto de un determinado paquete puede acabar repercutiendo directamente en reducciones de costes por cómo ello afecta a entregas sucesivas. Ser capaz de analizar información con anticipación y tomar decisiones informadas acaba, así, marcando la diferencia y afectando -positiva o negativamente- en las cuentas de la empresa.
El business intelligence como catalizador del comercio electrónico
Si hasta hace apenas unos años, la gestión logística era poco menos que manual -los gestores debían crear complejos documentos con la información de procedencias, destinos y referencias para asegurar la trazabilidad completa de cada uno de los envíos- la aplicación de tecnologías como el IoT (Internet de las Cosas), el Big Data, la Inteligencia Artificial y el business intelligence ya cambian decisivamente el panorama, contribuyendo directamente al ahorro de costes y a la optimización de los envíos, pero al mismo tiempo, reduciendo el tiempo que deben esperar los consumidores para recibir sus paquetes. De hecho, se estima que aproximadamente una de cada cuatro empresas de transporte y almacenamiento ya cuentan en su operativa con herramientas derivadas del Big Data, por ejemplo.
Si anteriormente era necesario que el gestor logístico compartiese su documentación con los repartidores o con las unidades de destino, algo que no siempre ocurría en tiempo real, herramientas como el business intelligence favorecen esa inmediatez, multiplicando la eficiencia de toda la operación.
Pero ¿cómo funcionan las herramientas de business intelligence y por qué son ya auténticos catalizadores del comercio electrónico? Uno de los principales problemas a los que se enfrentan las empresas, no solo las logísticas, es la fragmentación de la información. Imaginemos una empresa en la que el departamento financiero lleva sus cuentas y almacena toda la información en sus propios documentos. El departamento logístico, por su parte, recoge la planificación de sus envíos en sus sistemas, mientras que el de compras registra sus gastos en los suyos. Para tener una visión global del rendimiento de la empresa sería necesario compartir toda esta información dispersa para que los directivos o las personas encargadas de tomar decisiones puedan tener una perspectiva amplia de qué ocurre en cada departamento. Pero este trabajo puede llevar más tiempo en función de las herramientas que cada departamento utilice, teniendo que convertir formatos y unificando la información en una única fuente.
Las herramientas de business intelligence, como las que ofrece Domo, se encargan de agregar toda esta información que procede de distintas fuentes en un único sistema, de tal forma que se puedan transformar en datos accesibles, comparables e interpretables, de tal forma que cada departamento o directivo pueda tener únicamente acceso a la información que realmente le interesa, evitando ruido innecesario y facilitando así la toma de decisiones informadas.
En el caso de las empresas de mensajería y logística, utilizar este tipo de herramientas suponen una importante ventaja competitiva ya que, gracias a ellas, se puede monitorizar y controlar todas las operaciones en tiempo real, desde el momento de la recogida del paquete o de la mercancía en grandes centros logísticos, hasta el momento en el que se almacenan, su posterior transporte y distribución y su entrega al cliente final. Todo ello repercute decisivamente en el análisis de rendimiento de todo el proceso, de tal forma que se puede detectar en segundos si se ha producido cualquier tipo de error en la cadena de suministro que pueda ralentizar toda la operación, para optimizar así el proceso.
El cliente final no solo se beneficia de este ahorro de tiempo, gracias al cual pueden recibir sus mercancías mucho antes que hace unos años, sino que también pueden recibir de la empresa logística información más precisa y detallada sobre sus pedidos, gracias a un aumento casi exponencial de la velocidad de actualización de los datos de stock y envíos. Y las empresas logísticas, a su vez, pueden aprovechar las opiniones de sus clientes una vez finalizado el servicio, sus valoraciones, sus reclamaciones o sus preferencias, para ofrecer una experiencia de cliente personalizada y diferenciada.
Como vemos, detrás de cada clic de compra en un sitio de venta online o de cada entrega de paquetería hay mucho más que una simple transacción económica. Desde Domo continuaremos esforzándonos para mejorar los flujos de trabajo de nuestros clientes, de tal forma que el consumidor final pueda preocuparse un poco menos por sus entregas.
Amir Jamal-Hanjani
Director regional de Domo Iberia