La seguridad es una premisa para cualquier empresa en un mundo tecnológico en el que los ciberdelincuentes buscan hacer su agosto en cualquier época del año a través de sus ataques. Para reforzar esa seguridad la compañía gallega Legalpin ha lanzado una solución que dota de validez legal a los correos electrónicos y SMS, con una trazabilidad completa y sin software adicional. Una propuesta que aporta seguridad jurídica y pretende blindar las comunicaciones empresariales, evitando conflictos legales.
¿Cuáles son sus fortalezas? Transforma cualquier correo o mensaje de texto en una prueba con la misma fuerza legal que un burofax, asegurando quién lo envió, desde qué dirección IP, en qué momento se recibió y con la imposibilidad de ser modificado durante el envío. Esto permite a las empresas demostrar el cumplimiento de protocolos de comunicación con clientes, proveedores o empleados ante cualquier disputa legal. Además, introduce una capa de protección contra el phishing. Gracias al cifrado de extremo a extremo, el receptor tiene la certeza de que el mensaje proviene de una fuente fiable. Y, aunque esta tecnología no elimina completamente el riesgo de suplantaciones sí reduce significativamente la vulnerabilidad a este tipo de estafas, aseguran desde la compañía. Algo fundamental si tenemos en cuenta que, desde el 3 de abril, ningún juzgado aceptará a trámite una querella si no se demuestra previamente la voluntad de resolver el conflicto por vías amistosas. Legalpin permite documentar esas comunicaciones con valor probatorio, lo que se traduce en una ventaja competitiva para las empresas que quieran prevenir litigios costosos.
Otra de sus fortalezas viene de la mano de su reconocimiento oficial como Tercero de Confianza por el Ministerio de Industria. Esto significa que puede ser llamado a testificar en juicio sobre la autenticidad y recepción de los mensajes. Este respaldo institucional aporta una garantía adicional a las empresas que necesiten demostrar ante un tribunal que un documento ha sido entregado y recibido correctamente.
Y en un mundo empresarial donde la atención al cliente suele estar automatizada, Legalpin marca la diferencia al garantizar que siempre será una persona quien atienda y resuelva las dudas del usuario.
Además, es fácil de usar y no necesita instalar programas ni pasar por procesos complejos. Con enviar un correo electrónico al sistema de Legalpin para activar su trazabilidad y cobertura jurídica es suficiente.