El impago a las compañías españolas sigue mejorando. Así lo indica el Índice Crédito y Caución de Incumplimiento, donde se refleja una reducción del mismo de un 31 % con respecto al año anterior, encadenando esta situación por noveno mes consecutivo, entre otras cosas por la selección que las empresas han hecho de sus clientes.
Sin embargo el panorama no es muy prometedor para lo que queda de año, según las previsiones, ya que se podría dar un giro en la segunda mitad de año, en un entorno empresarial que ha cambiado el foco hacia la búsqueda de nuevos clientes, nacionales e internacionales, pese a las dificultades de acceso a la financiación bancaria.
Entre las oportunidades para el sector exterior: la devaluación del euro y la caída del precio del petróleo, aunque por otro lado esto incrementa los riesgos de impago al tratar de expandir su actividad comercial.
Otras incertidumbres pasan por la situación griega o el riesgo de deflación y estancamiento secular de la zona euro.
El informe concluye afirmando que se mantendrá una pendiente suave, reflejo de las mayores medidas de control y gestión del riesgo de impago.