La importancia de las empresas familiares en la economía española es patente. En nuestro país existen tres millones de empresas de este tipo, lo que supone un 85 % de las empresas españolas y se traduce en un 80 % del PIB.
Las pymes deben afrontar diferentes retos y oportunidades. Hablamos de aspectos relacionados con el liderazgo y la internacionalización. Las “acreditaciones profesionales”, con reconocimiento internacional, cada vez más comunes en el ámbito de las pymes, pueden ayudar a muchas de estas empresas familiares a afrontar estos desafíos de manera profesional.
Algunas pequeñas y medianas empresas están implantando modelos de competencias basados en resultados tangibles para aplicarlos a las distintas políticas de la gestión de RRHH, para transformar activos intangibles (competencias) en resultados tangibles para la gestión del desempeño, del talento y liderazgo bajo el enfoque de la formación de líderes.
En busca de la decisión acertada
Por ejemplo, en la competencia de “liderazgo” se apuesta por la dimensión del liderazgo transformacional, con un empuje más motivador y próximo al trabajador, para la transmisión de objetivos donde se trabajan, entre otros aspectos, las habilidades. Se trata de formar equipos para que se eliminen fronteras entre divisiones organizacionales, líneas de productos y lugares geográficos y con otros resultados diferentes para un supervisor de primera línea.
Por otro lado, si hablamos de profesionalización de departamentos, poniendo como ejemplo el de ventas, la tendencia actual conduce a realizar una eficaz segmentación de comerciales a través de un criterio de “assessment”, una opción que reduce costes y tiempos de realización. Así, se apuesta por:
- Aptitudes de análisis: Se trata de medir la capacidad del comercial para analizar e interpretar los datos y convertirlos en decisiones de valor.
- Modelo 70/20/10: Evaluando competencias para optimizar el rendimiento en base a learning in action…by experience.
- Prueba ‘In basket’: Resulta útil a la hora de gestión del tiempo y tener evidencias de su sistema de trabajo al priorizar para conocer como es la toma de decisiones.
Desde el punto de vista de la exposición y explotación de los datos resultantes, la finalidad no es otra que fortalecer el modelo de liderazgo y mejorar la innovación para obtener resultados operativos. El objetivo es evidente: tomar decisiones acertadas a nivel de formación, promoción y desarrollo de los profesionales de la red comercial.
Claves para alcanzar el éxito
Son muchas las pequeñas empresas que en plena crisis han decidido apostar de manera clara y fuerte por la expansión internacional. Se calcula que desde que empezó la crisis 60.000 empresas se han incorporado de media al año a la actividad exterior. Según la CEOE, el número de empresas en el extranjero creció más de un 128 % entre 2000 y 2013.
Sin embargo, muchas empresas que deciden apostar por la internacionalización fracasan el primer año y abandonan este proceso. Sin duda, el camino no es sencillo y está lleno de obstáculos como la escasa facturación o el tamaño reducido de las empresas españolas. Existen algunas claves de éxito que ayudan a que el proceso de internacionalización sea fructífero partiendo de la gestión de equipos de alto rendimiento.
Para afrontar correctamente el proceso de implementación en otro país hay que tener en cuenta las premisas de cultura corporativa y gestión del cambio, que supone adaptar a medida nuevos proyectos, adquirir nuevas competencias en función de unas necesidades estratégicas de la empresa. Para ello, se trabaja en el proceso de acompañamiento, es decir, mentoring a través de estos atributos:
- Decisiones estratégicas como el nombramiento del primer equipo directivo responsable de aterrizar en un nuevo país.
- Creación de la organización adecuada para gestionar con los stakeholders, si cumple los compromisos adquiridos en la negociación y establece alianzas ventajosas y de colaboración ALP, regulando el ritmo de la negociación, ofreciendo en el momento justo, la contrapartida adecuada.
- Desde el nuevo modelo de liderazgo, haciendo de su equipo sea capaz de superar obstáculos importantes porque sabe cuánto puede exigir en función de sus competencias
Como resultado, se obtiene a nivel personal un autodesarrollo, ya que los líderes que pueden causar cambio de conducta en los demás pueden producir repercusiones profundas, no solamente en lo que éstas aportan a la organización sino también, a la larga, en su carácter.
Por ello, el liderazgo transformacional funciona más eficazmente que la pretensión de modificar actitudes. Y a nivel profesional aporta capacidad de análisis y el desarrollo de las competencias de liderazgo y negociación.
En definitiva, se obtiene un reconocimiento real y un balance positivo de sus logros profesionales, aval que acredita su experiencia acumulada y su potencial en la gestión de personas
Rafael García
Director general de LSM (Leadership & Management School)