Lo anunciaba hace un año su presidenta, Meg Whitman, y la separación ya es una realidad.Una separación que, según ella, entendía el mercado y que finalizaría un año después. El tiempo se ha cumplido y la operación se ha llevado a cabo con éxito. La “nueva” empresa, Hewlett Packard Enterprise, arrancó su andadura en el mercado el pasado 1 de noviembre, enarbolando dos conceptos: foco en la empresa y liderazgo tecnológico. Dos ideas que fueron repetidas en un buen número de ocasiones por el nuevo presidente para dejar claro que son líderes —o casi— en todos y cada uno de los segmentos tecnológicos en los que operan: servidores, almacenamiento, redes, software, servicios… “Nacemos sólidos en un mercado que crece”, aseguró. Una solidez que se refleja en los 53.000 millones de dólares (con alrededor de un 9 % de los mismos marcando el beneficio) que calculan han marcado su paso el último año fiscal concluido el pasado 31 de octubre.
De la Torre destacó que con la separación, las empresas, de cualquier tamaño y condición, saldrán ganando, lo que se traducirá también “en una mejor y mayor innovación”, sin olvidar que uno de sus mayores valores lo representa la alianza con sus socios como forma de dirigirse al mercado”. Al tiempo que señaló las cuatro áreas de transformación que van a marcar el paso de Hewlett Packard Enterprise: el camino hacia una infraestructura híbrida, la protección de la empresa, el valor de los datos como base de las compañías y la configuración del puesto de trabajo del futuro, basado en la movilidad y en las aplicaciones ubicadas en múltiples dispositivos. “Somos el puente entre las TI tradicionales y las TI de nuevo cuño asociadas al entorno digital”.