Las pymes necesitan un chief happines officer, (CHO), una figura que sería la encargada de ayudar a los empleados a conseguir su felicidad personal. Esto incidiría en el aumento de la productividad en el puesto de trabajo de los trabajadores. Así lo afirma Irene Giménez, CEO y cofundadora de la consultora de felicidad y creación de experiencias para potenciar el bienestar y la productividad de los empleados “Keep Talent”. Una consultora que incorpora el modelo PERMA (Positive Emotions, Engagement, Relationships, Meaning, Accomplishment) de la psicología positiva junto con el desarrollo personal y profesional de los trabajadores. Con todo ello Irene Giménez asegura que se consigue aumentar la productividad un 40 %, la calidad del servicio hasta un 25 %, al tiempo que se genera y refuerza la imagen de marca.
Giménez destaca asimismo que el chief happiness officer es una inversión, no un gasto, que va a repercutir en una rentabilidad a medio largo plazo ya que, como apuntan diferentes estudios, un empleado motivado puede reducir su tasa de absentismo hasta en un 51 % de los casos.