Las primeras en utilizarlo fueron las empresas de retail y las hoteleras pero ahora ya ha pasado al mundo de la cultura y el arte. Algo tan sencillo como la aplicación de aromas que incidan positivamente en la decisión de compra del cliente, está siendo cada día más utilizado por las empresas, ya que ayuda a identificar un olor con una marca, alterando el sentido más sensible y el de mayor permanencia en nuestra memoria: el olfativo. Algo a tener en cuenta y más cuando diferentes estudios afirman que recordamos el 1 % de lo que tocamos, el 2 % de lo que oímos, el 5 % de lo que vemos, el 15 % de lo que degustamos y el 35 % de lo que olemos.
ERP industrial, el espejo en el que se refleja la realidad de la empresa
Capacidad de integración, de personalización y flexibilidad. Estos son, según María Mercedes Platas López, account manager de Cegid Ekon, los...
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