La tecnología también ha llegado al sector financiero, como no podía ser menos, revolucionando el mundo de la banca, al que algunos encuentran muy anquilosado. De la mano de jóvenes emprendedores y con aires sobre todo anglosajones, el término Fin Tech empieza a tener cada vez mayor número de seguidores, en España se encuentra todavía con algunas barreras sobre todo regulatorias que se están intentando derribar porque, “si no lo regulamos, serán los ingleses los que se coman el mercado español”, como reconoció Philippe Gelis, presidente de la Asociación Española de Tecnología Financiera y CEO de Kantox, en “innoMoney”, un evento organizado por Adigital.
Haciendo un ejercicio de memoria, José María Fuster, director general de innovación del Banco Santander, recordó que el Fin Tech ha comenzado su andadura en la segunda década del siglo XXI, viendo que la complejidad del mundo financiero presenta innumerables oportunidades para la innovación. Algo que se ha visto reflejado en los más de 23 billones de dólares invertidos en esta materia en el mundo y algo que también indica que este concepto ha llegado para quedarse, por lo que en su opinión, el mundo de la banca tendrá que verlo como una enorme oportunidad y más teniendo en cuenta que es una industria que va a crecer porque representa enormes posibilidades de futuro.
Más contundente se mostraba el inversor Luis Cabiedes, para quien este fenómeno va a suponer el desmantelamiento de la banca tradicional, tal y como la conocemos, siendo el usuario quien está ayudando a que esta revolución se lleve a cabo. Aunque la banca tradicional no lo vea así. Y es que José María Fuster defiende que la banca tradicional también es una compañía Fin Tech porque los bancos ya son conscientes de que tienen que evolucionar hacia modelos de arquitecturas digitales e integrar nuevos modelos de negocios tecnológicos. “Los bancos forman parte del amplio concepto Fin Tech del futuro”, aseguró, siendo el cliente quien va a determinar qué quiere. “Y los bancos que no sean capaces de reorientarse al cliente no van a sobrevivir en este mundo”, sentenció.
Por su parte Rolf Cedestrom, CEO de digital Origin, considera que este es un momento inmejorable para todos aquellos que apuestan por los nuevos tiempos, ya que los clientes están a su lado al no confiar tanto en la banca tradicional.
Luchando contra el proteccionismo
Las empresas orientadas a esta materia se quejan del excesivo proteccionismo que hay en España y contra el que tienen que luchar. “En Londres hay una regulación mucho más avanzada”, apunta Cederstrom. En España lo tenemos más complicado pero sería mejor que apoyaran nuevos modelos de negocio, sugería. A lo que Gelis añadía que en caso contrario serán los ingleses los que “se coman el mercado español”. Sin embargo Philippe Gelis también reconoce que después de la crisis los españoles nos hemos dado cuenta que hay cosas que tienen que cambiar y por lo tanto se ha creado un entorno para que las Fin Tech se introduzcan.
La nota discordante la aportaba nuevamente el director general de innovación del Banco Santander, quien defendía que la regulación es la misma que en el Reino Unido porque la banca española está regulada por el Banco Central Europeo, por lo que aplicamos las mismas reglas que en Europa. Otra cosa son las regulaciones que tiene cada país con facilidades al emprendimiento, algo en lo que considera que podría hacerse más en este sentido.
Futuro
¿El futuro? Pasa por un ecosistema entre el Fin Tech y la banca tradicional porque, aunque la banca no desaparecerá, tendrá que ser muy diferente, augura Gelis. Y en ese futuro, “puede que las empresas Fin Tech se vuelvan un poco menos flexibles”.
Fortalezas
¿Por dónde pasan las fortalezas de este nuevo mundo en el que cada vez se mueve más dinero y que ya empieza a pegar fuerte porque todos quieren invertir en él? De su deseo de cambiar el paradigma, encaminándose hacia la transparencia, afirma el presidente de la Asociación Española de Tecnología Financiera, buscando la eficiencia para que el consumidor pague menos, haciendo que pague solo lo justo.
Sin embargo reconoce que los bancos están preocupados ante su aparición y les están creando obstáculos, tratando de ralentizar operaciones que no salgan de una entidad bancaria.
Philippe asegura que estamos en la primera ola y la misma se basa en la eficiencia porque lo que al banco le cuesta 10 euros a nivel de distribución a ellos les cuesta uno, por lo que a corto y medio plazo los bancos no pueden llegar al mismo nivel de eficiencia que ellos.
¿Para cuándo la segunda ola? Apunta a periodo de unos cinco años como máximo en los que los bancos serán Fin Tech, basados en la eficiencia para el usuario y no en lo que conviene a las entidades financieras. Esto ocurrirá porque, en su opinión, reinará la generación millenial y ya nadie irá físicamente a un banco. “Negar esta realidad es como taparse los ojos”, asegura. Pero también apunta a una segunda razón: “los bancos son muy malos ofreciendo ayuda al cliente. Esto no forma parte de su cultura”, apostilla.
Unos banco Fin Tech que estarán muy orientados al móvil y que tendrán licencias bancarias. Además, ofrecerán los servicios directamente, no a través de terceros.
Debilidades
Sin embargo también reconoce tener ciertas debilidades como el hecho de no contar todavía con la capacidad para ofrecer al cliente toda la gama de productos que un banco puede darles.
Datos a tener en cuenta
•El sector Fin Tech es más barato, tiene menos costes estructurales que un banco a la hora de realizar la misma operativa.
•Si comparamos al sector en España con el resto de Europa, solo movemos el 10 % pero estamos creciendo.
•Las pymes consiguen financiación en 48 horas, como máximo, ofreciendo una gran rapidez de financiación.
• Entienden al cliente de otra manera.
• Suponen una re-evolución de las finanzas.
• Las pymes consiguen un proceso ágil y transparente.
INMA ELIZALDE