La Asociación Española de la Economía Digital (aDigital), en colaboración con Boston Consulting Group, ha publicado la quinta edición de su informe sobre el impacto de la digitalización en la economía española. La gran conclusión de este año: el 26 % del PIB ya es digital, y el gran reto para 2030 es alcanzar el 40 %. Pero para lograrlo, será clave que las pequeñas y medianas empresas abracen con decisión la inteligencia artificial (IA) y otras herramientas digitales.
En 2024, el PIB digitalizado creció un 17 %, frente al 6,3 % del PIB total. Una muestra clara de que los negocios que invierten en digitalización crecen más rápido y se adaptan mejor a los cambios. aDigital identifica tres fuentes de impacto económico: el uso directo de tecnologías digitales por empresas y gobiernos, el efecto arrastre en las cadenas de suministro, y el consumo derivado del empleo digital.
Sectores como los servicios financieros o la energía ya están muy digitalizados. También la Administración pública ha avanzado, gracias al impulso de los fondos europeos. Pero aún hay muchas pymes que siguen fuera de esta ola transformadora, por falta de recursos, conocimiento o claridad regulatoria.
La IA no es una moda: es una palanca de crecimiento
La inteligencia artificial se perfila como el siguiente gran salto en productividad. “Tenemos una tecnología que lo está acelerando todo: la IA. Pero si no actuamos ahora con visión y responsabilidad, no llegaremos a los objetivos planteados”, advirtió César Tello, director general de aDigital.
Para las pymes, el reto es doble: por un lado, entender para qué sirve realmente la IA en su negocio; por otro, poder implementarla de forma sencilla, segura y legal. Por eso, aDigital ha desarrollado herramientas de autoevaluación y marcos de implementación responsable, pensados específicamente para empresas pequeñas.
Además, se está probando un proyecto piloto en cinco países latinoamericanos, en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo, para ayudar a más pymes a incorporar la IA como motor de crecimiento.
Tanto César Tello como Justo Hidalgo, director de Inteligencia Artificial en aDigital, advierten de que la regulación europea puede ser un freno si no se adapta a las realidades del ecosistema pyme. “El BOE no innova, pero puede frenar si no se aplica con sentido común”, dijo Tello. “Las pymes necesitan marcos claros, prácticos y acompañamiento para cumplir la ley sin perder competitividad”, añadió Hidalgo.
Apostar por la corregulación (normas desarrolladas junto con el sector privado) puede ser una solución para evitar barreras innecesarias. Especialmente cuando las leyes están pensadas para grandes corporaciones, pero se aplican por igual a negocios con recursos limitados.
España tiene buenas infraestructuras, un ecosistema emprendedor en crecimiento y calidad de vida atractiva para el talento digital. Pero aún falta una estrategia clara de colaboración público-privada. “Tenemos potencial para ser un hub digital del sur de Europa, pero nos falta coordinación. En Francia o Alemania hay estrategias consolidadas, aquí aún no”, subrayó Tello.
Respecto al talento, Hidalgo insistió en la importancia de retener a los perfiles técnicos. “Si no les damos acceso a buenas infraestructuras o experiencias reales, se irán fuera. La IA pública puede ser la vía para que el talento se quede y cree valor aquí”.
En definitiva, la digitalización y la inteligencia artificial ya no son opcionales. Son herramientas clave para competir, crecer y adaptarse. Y si se integran con apoyo y visión estratégica, pueden transformar profundamente el tejido pyme en España.