Si alguien ponía en duda que el capital más valioso de una empresa son sus empleados, habrá terminado de convencerse después de lo vivido en los últimos dos meses. El coronavirus ha sido un terremoto empresarial por el que muchas empresas se han quedado atrapadas -las que se han visto obligadas a parar su actividad económica- y otras muchas han tenido que salir corriendo para huir de sus efectos, reinventándose y buscando nuevos caminos (o estrechos callejones) para poder seguir avanzando. Las empresas han tenido que confiar mucho más en sus trabajadores, que han sido el motor de emergencia que ha permitido a las empresas seguir rodando.
De un día para otro, miles de trabajadores tuvieron que establecer en su casa su base de operaciones y tirar para adelante con las herramientas que tenían, intentando adaptarse a la nueva realidad. La inteligencia colectiva de los equipos empezó a funcionar a toda máquina para encontrar la fórmula que les permitiera bascular hacia nuevos productos o servicios, complementarios o paralelos a su actividad principal, que poder ofrecer a sus clientes durante este extraño periodo de confinamiento, o para encontrar la oportunidad que dicen que encierran todas las crisis.
El compromiso de los empleados ha sido vital en todo este proceso. Desde casa, con medios y recursos limitados, mezclando más que nunca el trabajo con la vida personal y la atención de la familia, han sabido responder a la situación de emergencia empresarial, ganándose la confianza incluso de los jefes que no querían oír hablar del teletrabajo como medida de conciliación. Y si ha habido quienes no lo han hecho así, tal vez sea porque no ha existido previamente por parte de su empresa una adecuada gestión de Recursos Humanos (RRHH).
Cuidar al empleado es una de las prioridades que tiene que tener una empresa, sea cual sea su tamaño. Porque un empleado motivado, que se sienta cómodo, bien tratado y reconocido en su puesto de trabajo, siempre mostrará un compromiso mayor con la compañía, y será capaz de afrontar circunstancias complejas cuando vengan mal dadas, de redoblar sus esfuerzos si es necesario y de adaptarse a los cambios requeridos con mayor facilidad. Si entendemos esto habremos sacado algo positivo de esta crisis.
Un nuevo escenario
Dentro de las medidas que una empresa puede adoptar para cultivar esa motivación y ese compromiso están la flexibilidad horaria y el teletrabajo. Ahora que ha quedado patente que es viable, confiamos en que pueda aumentar su implantación de forma normalizada en los casos en los que sea posible.
Otro grupo de medidas son las de carácter económico. Entre ellas, la medida estrella es la subida salarial, pero no siempre es asumible por las compañías. Por eso existen otras alternativas en forma de beneficios complementarios al salario percibido, que se traducen en un ahorro o una ayuda económica que, en la práctica, permite aumentar el poder adquisitivo sin que exista aumento de sueldo. Es el caso de los tickets-restaurante, los cheques guardería, las ayudas al transporte, los seguros médicos o los cursos de formación subvencionados.
Pero, ¿cómo quedan este tipo de beneficios para empleados en el nuevo escenario post-covid? Algunos de ellos, totalmente anulados. Con los centros educativos cerrados no podemos beneficiarnos de los cheques guardería; si trabajamos desde casa no utilizamos el coche o el transporte público para ir a la oficina, ni podemos ir a comer a restaurantes de forma regular (al menos, mientras no hayamos culminado las distintas fases de la desescalada).
Las herramientas que las compañías tienen para motivar a sus empleados se han visto reducidas considerablemente, por no hablar de un momento de recortes y presupuestos a la baja que hace imposible plantearse la puesta en marcha de medidas que supongan un coste añadido para la empresa. En este contexto de máxima digitalización, pues, se hace necesario avanzar hacia nuevas estrategias y herramientas innovadoras que ayuden a los departamentos de RRHH a cuidar y motivar a sus equipos.
El coronavirus ha cambiado las necesidades de los empleados y las relaciones entre ellos y sus empresas, y estas tienen que estar a la altura y saber adaptarse a esos cambios. Ahora se concede más valor al bienestar físico y psicológico de las personas, no sólo al económico, y el canal por el que todo fluye es, sin ninguna duda, el digital. Por eso, la nueva era de los beneficios para empleados post-COVID tiene que atender a estos dos aspectos.
En Cobee somos expertos en diseñar planes de beneficios para empleados, y desde nuestros inicios hemos apostado por la innovación, ofreciendo a las empresas una única plataforma tecnológica desde la que gestionar todo de una vez (los tickets-restaurante, los cheques guardería, etc.), y a los empleados una única tarjeta prepago para abonar todos ellos y una app para gestionar los gastos y visualizar el ahorro obtenido.
Pero esta pandemia nos ha llevado a dar un paso más en nuestra propuesta de digitalización. Si los empleados están en casa, teníamos que poder ofrecerles ventajas que usar desde allí. Y si las empresas no disponen de presupuesto para invertir en planes de beneficios, teníamos que poder ofrecerles un producto gratuito con el que seguir motivando a sus profesionales.
Así es como nace nuestro nuevo programa de Ventajas Digitales, un escaparate virtual con productos y servicios de más de 40 empresas de sectores como comida a domicilio, bienestar físico y mental, formación y cultura o entretenimiento en familia, a los que van a poder acceder en condiciones especiales, mediante tarjetas ahorro (gift cards) y promociones (perks) que se traducen en un beneficio económico directo para su bolsillo. Una herramienta que ponemos a disposición de las empresas sin coste alguno, para apoyar a los responsables de RRHH convencidos de la importancia de cuidar su bien más preciado: las personas.
Borja Aranguren
CEO y cofundador de Cobee