La seguridad ha pasado a ser una de las principales preocupaciones de los equipos directivos de las empresas españolas, colándose en los consejos de administración que no quieren ningún agujero en su estrategia. Así se lo han trasladado a sus responsables de TI que se ven más presionados quienes consideran que mantener a salvo la empresa es cada vez más complicado. Esta es una de las conclusiones de estudio llevado a cabo por Fortinet en 15 países, entre ellos España.
Esta presión sobre el equipo TI, que el 62 % califica como “alta” o “muy alta”, ha llevado a optar por la prudencia. Así, por ejemplo, el 76 % ha admitido que ha preferido retrasar alguna iniciativa por el temor a las ciberamenazas.
Otro motivo de prudencia es la obsesión por mantener a salvo la privacidad de los datos. Tal es esta que el 88 % de los responsables de TI se están planteando cambiar su estrategia de seguridad: de este porcentaje, el 60 % apuesta por invertir más dinero y recursos y el 40 % restante prefiere replantearse su estrategia actual.
Los retos en materia de seguridad, por tanto, se han multiplicado. Junto al BYOD, reto para el 89 %, que se ha instalado como fenómeno consolidado (al menos para las grandes empresas), se unen el Internet de las cosas (90 %), las nuevas fórmulas que han adquirido las amenazas (APTs) o la biometría (90 %). En este último caso, 2 de cada 3 responsables TI asegura que está preparado para utilizarlo y del otro 33 % que muestra dudas, sólo un tercio cree que se trata de un asunto complicado.
Un panorama complicado que, sin embargo, abre la puerta a la esperanza a los proveedores de seguridad. La preocupación, en este caso, lleva aparejada la inversión. El dato más positivo es que el 82 % de los directores TI cree que van a recibir más recursos para gestionar toda esta complejidad. En relación a los sectores que más van a invertir el centrado en los viajes y el ocio se erige en el rey en España (75 %). A continuación se sitúan los servicios financieros, con el 60 %.