Tras la fuerte crisis que hemos atravesado en los últimos años, han surgido muchas voces en el panorama empresarial que nos indican que lo que hemos hecho hasta ahora ya no vale, cuestionando los modelos de crecimiento de numerosas empresas. Una de las tendencias surgidas es el empeño de superar las dificultades. Pero ¿cómo hacerlo?, ¿qué pasos debemos dar para conseguir el éxito? Las claves las aportan APD, Lasalle IGS y Gas Natural Fenosa en una jornada organizada en Madrid.
Para conseguir el éxito debemos alinear mente, corazón e instinto, aunque este último tenga una pésima fama en el mundo occidental. Así lo afirmaba Pilar Jericó, presidenta de Be-Up, quien reconocía que lo apasionante del mismo es conectarlo con el cuerpo y el cerebro porque, el instinto es donde está la fuerza, aunque no debemos olvidar que el instinto también reside en el estómago por que, aunque nos parezca increíble, en el mismo tenemos 100 millones de neuronas.
La experta asegura que para entender que tu vida no tiene el éxito que deseas tienes que saltarte la cabeza, porque conectar con el éxito significa conectar con las emociones.
Reconoce que en muchas ocasiones dejamos de hacer cosas por miedo, tremendo error si tenemos en cuenta que el 92 % de nuestros miedos son invenciones de nuestra cabeza y que tan solo se cumplen el 8 % de los mismos. Las personas que consiguen el éxito son las que han dejado el miedo a un lado. Otra de las claves del éxito es decirle que sí al deseo, tener claro lo que quieres e ir a por ello.
Sin embargo, también habría que preguntarse qué es tener éxito porque hay muchas personas que se dejan la piel en el trabajo pero no vibran, recuerda. Tendríamos que reflexionar sobre si lo que hacemos es lo que queremos hacer, aconseja. Por ello la pregunta clave para entender qué es el éxito es qué es lo que deseo realmente, dejando a un lado la cabeza, siendo muy honesto contigo mismo.
Impulso vital y social
Maite Sáenz, directora del Observatorio de Recursos Humanos, nos da otro consejo: tenemos que estar convencidos de lo que queremos hacer porque si no, nadie nos va a convencer de ello.
Sáenz ilustró su conferencia con varios ejemplos, uno de ellos relacionado con el trabajo que hay que hacer antes de empezar una carrera en la que vamos a correr porque, dijo, gran parte del éxito de la misma se consigue antes de competir en ella. “Podemos no llegar a la meta”, recordó, “pero debemos disfrutar del proceso. Hay que aprender lo suficiente para que nos sirva. Aprender de cada error y cada éxito. Y tras la victoria, la humildad”, aconseja.
Pero la directora del Observatorio de Recursos Humanos va más allá al recordarnos que otra de las premisas es tener paciencia ya que los retos no se consiguen de la noche a la mañana, aunque advierte que esta es muy difícil de adquirir. Y sobre todo, nos recomienda mantener los sueños, porque tenerlos es maravilloso y mantenerlos mucho más.
También es imprescindible ser un buen vendedor de proyectos o tener siempre la mente del aspirante, queriendo ser el primero y entregándonos al éxito. Y, aunque creamos que a veces lo mejor es ocultar nuestras debilidades, lo que hay que potenciar es lo que sabemos hacer.
También ayuda visualizar el éxito y no pensar en que puede salir mal, porque si lo piensas, saldrá mal. Así como poner pasión en cada cosa porque sin la pasión no merece la pena aquello que hacemos. Y confiar en ti mismo.
Tampoco vale la pena “quemar oficinas”, es decir, pasar nuestra vida en el trabajo porque hay otras dimensiones que son mejores como tener vida personal más allá de la laboral. Y en este caso, en el de no ser honestos con nosotros mismos y no hacer caso a las señales indirectas que nos llegan, puede producirse en nosotros una catarsis que nos hace llegar al límite para cambiar.
Otro gran error, en su opinión, es considerar que el dinero es “la panacea”, aunque asegura que es una fantasía y un gran ejemplo de manipulación. Muchos acuden a las empresas por dinero pero es una traición que nos hacemos a nosotros mismos, asegura.
¿Qué tenemos que hacer para desarrollar la fuerza del deseo? Acordarnos de cómo éramos cuando éramos preadolescentes, aunque también es bueno experimentar con la vida, jugar, y ser muy intuitivo, recomendó.
Del fracaso al éxito
Aunque Edison llamaba experimentos a todos sus fracasos, en la sociedad española estos no están muy bien vistos. Lo cierto es que a través de los errores evolucionamos hacia nuevas oportunidades. Es más, para Jesús Alcoba, director general de Lasalle IGS, “no hay éxito sin fracaso”.
Alcoba dice que la primera cualidad del éxito es tener claro el rumbo que tenemos que seguir y el objetivo, porque si sabes estas dos cosas todo lo que hagas te vendrá bien. La constancia también es fundamental y todos los días hay que hacer algo.
Otro punto a tener en cuenta es la capacidad de sobreponerte a la adversidad, seguir caminando, a pesar de que todo esté en contra. Y si el objetivo está muy lejos, tendremos que plantearnos qué hacer para que esté más cerca.
No debemos olvidarnos del enfoque o la capacidad que tienen algunos de ser capaces de ver la realidad en términos correctos y tomar la decisión acertada.
Cuatro puntos más: la fortaleza o fuerza de voluntad. Mantener la energía que necesitamos en todas sus variantes: física, mental, emocional… el problema es cuando nos descompensamos y perdemos alguna. Una mentalidad positiva o ser capaces de seguir adelante, a pesar de todo, y mantener la conexión con el equipo porque la felicidad se contagia y el equipo es muy importante.
Aunque también advierte que muchas veces el fracaso o el éxito dependen de las circunstancias que hay alrededor.
La inteligencia emocional
Pero ¿somos capaces de definir el éxito? Maryan Valera, experta en inteligencia emocional, explica que cualquier definición del éxito es válida porque es la nuestra.
Advierte que muchas veces pretendemos controlar todo lo que nos rodea, lo cual es un error porque la vida no se puede controlar. “Hay que aprender a vivirla sin miedos y sin melodramas”, aconseja, “porque lo importante es qué haces con lo que te ocurre. No hay que quejarse, no hay que victimizarse, hay que resolver”, dice.
Y es que, en su opinión, “vivir la vida es disfrutarla, hay que disfrutar de cada momento porque el que no se arriesga no vive y hay un montón de personas muertas en vida. Un 60 % de las personas están en stand by, han dejado lo de vivir para más tarde. Un 30 % viven en “off”, en una autodestrucción constante y solo un 10 % están en modo “on”: tienen energía, luchan por lo que quieren, se arriesgan… Asegura que se puede trabajar, ser muy eficaz y vivir. Tenemos que construir con aquello que nos ocurre porque todo pasa por algo. Aunque también advierte que hay circunstancias contra las que no se puede luchar, por lo que si ese es tu caso, déjalo pasar porque solo conseguirás tener estrés y esto puede acabar siendo un problema. “No tengas problemas, ten retos”, apunta. “No te resistas a la vida porque es la mayor fuente de fracaso”, dice. “Y abraza los cambios que te vayan llegando”.
Al tiempo que reconoce que en las empresas solo hay dos tipos de energía: la construcción y la destrucción. La creación y la competitividad insana. Y pone en valor la figura del líder y la configuración de un equipo, equipos en los que lo más conveniente es tolerar los comportamientos de todos y ser leales y optimistas para salir de cualquier situación complicada.
Otros consejos
Llegar al éxito después del fracaso es la lección que nos dio el director de cine y escritor africano Santiago Zannon, quien comentó que es importante con quién se cuenta en un proyecto, tomar decisiones en un momento dado y levantarse tras una caída, ya que aprendes de las dificultades. También es fundamental poner toda la fuerza y amor en aquello que haces, conocer tus virtudes para ver qué puedes aportar, no quejarse porque es ser un mal compañero y compartir algo con los demás.
A Zannon no le gusta pensar que algo no se puede hacer, por ello dice que hay que tener confianza en uno mismo y la fuerza suficiente para resolver cualquier cosa que salga mal.
Y sobre todo, aprender a perder porque esto nos ayudará a saber ganar con dignidad, “si no aprendemos a perder nunca aprenderemos a ganar”, reconoce. A veces, para dar el siguiente paso necesitas una catarsis. “No hay que tener miedo a vivir, no hay que tener miedo a aquello para lo que estamos llamados porque nadie puede derrotarnos, excepto nuestras propias decisiones”, concluye.
INMA ELIZALDE