Los nuevos modelos de trabajo: el teletrabajo, el trabajo híbrido o la jornada de cuatro días no están suponiendo la revolución esperada. Tal y como destacan desde Steeple, herramienta de comunicación interna física y digital, sólo el 7,3 % de las personas ocupadas en España trabaja más de la mitad de los días desde su domicilio frente al 16,2 % durante la pandemia. El porcentaje total de personas que teletrabajan al menos un día en semana se sitúa en el 13,9 %, lo que supone un descenso del 5,5 % con respecto a los niveles de pandemia. Y la jornada laboral de cuatro días a la semana, aunque ha aumentado su popularidad, tan sólo ha calado en 15 empresas españolas. Para aumentar su uso el Gobierno español ha presentado un programa de ayudas para empresas que organicen sus jornadas en cuatro días, aunque solamente ha recibido la solicitud de 41 pymes.
¿La razón? Algunas compañías necesitan modificar sus modelos de gestión y valores para adaptarse, algo que conlleva una considerable cantidad de tiempo y esfuerzo que no todas están dispuestas a asumir, afirman desde Steeple.
Según un estudio elaborado por esta compañía, en nuestro país el 60 % de empresas consideran que sus valores todavía no se han adaptado a los nuevos modelos de trabajo. Y un 52% de compañías no tiene planeado adaptarse a estos nuevos modelos en el corto o medio plazo.
Para Emilien Delille, country manager de Steeple en España, la principal dificultad de las empresas para implementar el teletrabajo y una mayor flexibilidad viene de la necesidad de contar con el software y la infraestructura tecnológica adecuada ya que, como comenta, se necesitan herramientas que permitan mantener el contacto con los equipos, conocer sus necesidades, sus inquietudes, aspiraciones, mientras se logra mantener los índices de productividad y el control sobre el propio negocio. Contar con las herramientas digitales adecuadas marcará la diferencia entre las empresas que logren retener a sus equipos, tanto personas que pueden teletrabajar como aquellas que no, y las empresas que los pierdan, reconoce Emilien Delille.