Cada cierto tiempo recibimos los resultados de informes y estudios que nos recuerdan el auge que está experimentando la telefonía IP a lo largo y ancho del mundo. Uno de los últimos, vino de la mano de Transparency Market Research, según el cual, de 2017 a 2025, este mercado crecerá un 9 % en Europa y un 8,8 % a nivel mundial. Por otra parte, el documento asegura que el software empleado para realizar llamadas vía protocolo VoIP registrará ascensos del 9,4 % en el periodo analizado.
También la plataforma de estudios Technavio, publicó recientemente una previsión de cifras en el mercado americano, donde se espera que los servicios derivados de la VoIP muevan más de 133,7 millones de dólares en 2021, unos 113,5 millones de euros según el cambio actual.
¿Pero qué va a provocar este crecimiento? Por un lado, las novedades entrantes en materia de telecomunicaciones serán grandes responsables: las mejoras constantes en los servicios de internet para transferir mayor número de datos por segundo; el despliegue del 4G y la llegada cercana del 5G; la normalización del Internet de las Cosas; dispositivos móviles cada vez más avanzados, que están dejando atrás a las líneas fijas…
Y todo ello influirá en la progresiva digitalización de las pymes que, no lo olvidemos, representan más del 98 % de nuestro tejido empresarial y que, exceptuando a las nuevas start-ups, nativas en estas lides, todavía están lejos de amoldarse a las grandes posibilidades que les ofrece la Red de redes.
Ventajas
Cada vez son más las pymes que se suben al tren de la Telefonía IP, que lleva sus vagones cargados de ventajas que hacen a la pequeña empresa mucho más competitiva. Este servicio telefónico integra voz y datos en una red basada en el protocolo IP, permitiendo enviar la voz en paquetes de datos vía internet, reduciendo los costes de las llamadas de una manera importante. Se calcula que las empresas que utilizan sistemas de telefonía IP reducen su factura de telecomunicaciones en torno a un 80 %.
A ello se suman otras interesantes posibilidades que ofrece este sistema. Por ejemplo, poder contestar al teléfono fijo de la empresa desde cualquier lugar, una ventaja que nos permite estar disponibles en todo momento y en cualquier lugar, también para nuestros clientes. O unir sedes y sucursales a nivel nacional o internacional, ofreciendo numeraciones de infinidad de países, que den al cliente una imagen mucho más profesional y cercana.
También admite implementar complicadas estructuras de telecomunicaciones, como una centralita o un call center, de manera virtual y sin realizar grandes desembolsos ni en equipamiento, ni en infraestructuras ni en mantenimiento. Servicios como estos, alojados en la nube, nos permitirán trabajar en remoto, mejorando la movilidad de empresarios y empleados. También llamar desde un teléfono similar a los tradicionales (eso sí, adaptado a esta tecnología y debidamente conectado a nuestra red de internet); desde un smartphone o una tablet equipados con una tarifa de datos y con las aplicaciones pertinentes; o desde nuestro propio ordenador, que ha de estar siempre conectado. Por otra parte, nos da la posibilidad de realizar videoconferencias y de implementar sistemas de mensajería instantánea.
Son muchas las ventajas y el coste, muy bajo. Tanto es así que permiten a las pymes ponerse al nivel de sus grandes competidores, sobre todo en cuestión de atención al cliente. Aunque es lógico que la adaptación al cambio sea especialmente difícil en los negocios más tradicionales. Estos necesitan un asesoramiento experto que les guíe en su puesta a punto. Y en el proceso que los especialistas en telecomunicaciones marcan es fácil encontrarse con la Telefonía IP, una solución que puede ahorrar un montón de costes y ayudar al empresario a que su negocio y sus empleados sean mucho más eficientes y flexibles.
Mili Pérez
CMO de netelip