El 12 de mayo de 2019 entraba en vigor la nueva Ley de control horario. Un año después no todas las compañías han adaptado la normativa, a pesar de que el incumplimiento de la misma conlleva sanciones de entre 625 y 6.250 euros.
Evitar el fraude de las horas extra no pagadas, combatir las jornadas completas encubiertas en parciales y controlar el absentismo laboral por parte de las empresas son los tres ejes básicos sobre los que se sustenta la misma. También obliga a las organizaciones a conservar el registro horario de los empleados durante 4 años, aunque el trabajador ya no forme parte de la plantilla.
La normativa presenta un gran número de ventajas para las compañías, aunque haya organizaciones que no se hayan dado cuenta de ello y prefieran escudarse en las escasas dificultades que pueden presentarse.
Inevitablemente la pandemia ha incidido en nuestra manera de trabajar, con un teletrabajo omnipresente que no exime de la obligación de fichar. A esto debemos unir el hecho de que determinados métodos de fichaje han dejado de estar permitidos al ser peligrosos por el virus. Todo ello ha conllevado al aumento de la preocupación por el control horario y la necesidad de contar con herramientas que permitan llevar a cabo este registro a través de una web o una app.
¿Cómo se han adecuado las empresas a esta situación? ¿Qué tipo de dispositivos y soluciones son los más adecuados? Victoria Miravall, payroll & HCM product manager de Wolters Kluwer Tax & Accounting España, despeja todas las dudas y profundiza en las características de a3gestión del tiempo.
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