Llevamos varios años hablando de transformación digital y cada vez parecen más evidentes las diferencias que existen en el mercado entre las empresas (independientemente de su tamaño) que están consolidando los cambios en sus organizaciones frente a las que siguen dando vueltas a sus decisiones, como si fueran un tiovivo de feria.
Por esto, no sorprende que distintos estudios recojan que el 70 % de los proyectos y planes de transformación digital en las empresas fracasen por un problema en la ejecución de los mismos.
Si analizamos los motivos aparecen: la falta de liderazgo para tomar decisiones, en muchos casos difíciles (sobre todo, cuando afectan a personas), la carencia de planificación y de indicadores que permitan analizar y gestionar el impacto de los cambios, y la ausencia de seguimiento.
De hecho, parece que, en muchas ocasiones, las empresas piensan que una vez presentado el plan de transformación digital en la reunión, o el comité que proceda, las cosas van a empezar a ocurrir automáticamente. Algo que, obviamente, es un error pues, como dice Tom Peters, “lo que mantiene a un negocio por delante de la competencia es la excelencia en la ejecución”.
Así, la transformación en esta era digital de cambios continuos ha dejado de ser un proyecto o plan específico para convertirse en una parte clave de la estrategia.
Las mejores prácticas las vemos en empresas o pymes que, en un determinado momento, realizaron un profundo ejercicio para entender la nueva realidad que estaba surgiendo como consecuencia de la disrupción generada por las tecnologías exponenciales. Y, a partir de ahí, desarrollaron sus modelos de negocio y gestión, de acuerdo con las nuevas exigencias de los mercados, los cambios en los comportamientos de los clientes, los nuevos elementos en la gestión de las personas (como, por ejemplo, el teletrabajo) y una mayor sensibilización por la sostenibilidad.
Para las empresas que todavía no hayan realizado este ejercicio, ¡el momento es ahora!
En esta dinámica de cambio, en las que parece que la tecnología es el factor determinante, e incluso para muchas pymes un elemento bloqueante por el temor a equivocarse, es importante entender que la mejor solución no es empezar la casa por el tejado, es decir por la tecnología, sino hacerlo por lo realmente importante: el negocio.
Entender las posibilidades de digitalización de nuestra pyme es clave y me atrevería a decir que sencillo en los tiempos actuales.
Un ejemplo lo encontramos en la iniciativa del “Kit digital” que ofrece diez soluciones elementales para cualquier tipo de negocio. El proceso, que puede parecer muy básico, es:
- Entender las posibilidades digitales
- Revisar y, en su caso, evolucionar nuestra estrategia, modelo de gestión (por muy básico que sea) y nuestra oferta de valor
- Decidir que herramientas (y en qué orden) son las necesarias para mejorar la rentabilidad de la empresa y experiencia de nuestros clientes.
Si empezamos por el último punto, algo que pueden llegar a hacer muchas empresas al sentirse obligados por la velocidad y la presión del día a día, cometeremos un gran error.
Nos encontramos en un momento en el que no cabe duda de que el acceso a las tecnologías se ha democratizado y su aprovechamiento ha pasado del nivel económico al nivel actitudinal.
Por ello, hoy más que nunca, ¡si quieres, puedes! Tal y como nos demuestra el continuo desarrollo de start up, que a partir de una idea y un buen modelo de negocio están consiguiendo éxitos impensables hace muy pocos años, cuando las necesidades de inversión en tecnología los hacía inviables.
Así, podríamos llegar a la conclusión de que la clave está en el “Valor”.
Valor para evolucionar el modelo de negocio y aprovechar todas las oportunidades de la era digital.
Valor para romper con el statu quo y realizar en la organización (insisto, por pequeña que sea la empresa) los cambios necesarios para competir con garantías en la nueva economía.
Y, ambición e innovación en la Oferta de Valor al mercado que genere excelentes experiencias en los clientes.
Adolfo Ramírez, asesor en transformación digital e innovación, impulsor de la Generación Silver y autor de Digitalízate o desaparece.