Recibir los pedidos que hemos hecho por Internet después de nuestro horario de trabajo es una práctica que cada vez está teniendo una mayor aceptación. Así lo reconoce José Servat, cofundador de la empresa de distribución sostenible Emakers, quien afirma que la entrega de sus pedidos se ha disparado entre las 19 y las 22 horas, pasando de un 6 % a un 18 % las entregas en esta franja horaria. A esto añaden otro servicio añadido para incrementar la precisión del servicio y reducir al máximo el tiempo de espera de los destinatarios, notificando la fecha prevista de entrega en ventanas de 60 minutos.
El registro del horario, nueva oportunidad para mejorar la digitalización de la pyme
La obligación de registrar las horas de trabajo está vigente desde hace seis años cuando se reguló a través del...
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