La Asociación de la Empresa Familiar de Madrid (ADEFAM) y la Fundación de Empresarios de la Comunidad Valenciana en Madrid (Conexus) han organizado una jornada en la capital con el foco puesto en la ciberseguridad y la desinformación. En el evento se han dado cita expertos del mundo empresarial y de las Administraciones Públicas.
El objetivo de esta jornada ha sido hablar de la importancia que tiene para el mundo de la empresa y de los negocios trabajar en el concepto de la “confianza digital” como factor de credibilidad y competitividad en un mundo en el que más del 50 % de la población vive conectada a internet.
Durante su intervención María del Mar López Gil, responsable de la unidad de ciberseguridad y lucha contra la desinformación del departamento de Seguridad Nacional, ha explicado cómo internet es un espacio sin control y sometido a poca regulación por lo cual constituye un espacio para la proliferación de actividades delictivas amparadas por el anonimato.
La directiva quiso hacer hincapié en la vulnerabilidad de las empresas, especialmente las pymes, a las prácticas ciberdelictivas. Y es que las pequeñas y medianas empresas se encuentran “en la primera línea del cibercrimen”. Esto los lleva a sufrir interrupciones y daños que en algunos casos son irreversibles. En este contexto cabe destacar que para una pyme el coste medio de un ciberataque alcanza los 35.000 euros. Pero el dato más preocupante es que el 60 % de las pymes se han visto obligadas a cerrar al cabo de seis meses debido a esta situación.
La clave de la “confianza digital”
María del Mar López Gil ha insistido en la importancia de cambiar la mentalidad de la dirección e invertir en recursos económicos y humanos. “Hay que optimizar el sistema formativo en materia de ciberseguridad, lo mismo que es necesario apostar por la creación de una sólida industria nacional de ciberseguridad”, ha señalado. La directiva también ha señalado la necesidad de forjar un compromiso de colaboración entre la sociedad, las empresas y las Administraciones.
Además, ha insistido en construir una comunicación en una doble dirección, tanto para concienciar a los ciudadanos y empresas, como para que estas pongan en conocimiento de las autoridades los incidentes de que sean objeto.
Escasas denuncias
“La actividad delictiva crece y se caracteriza por ser sistemática, global y afectar a las cadenas de suministro”, ha comentado José Miguel Rosell, socio director de S2 Grupo. Según los datos expuestos por Rosell las incidencias relacionadas con la ciberseguridad aumentan un 40 % al año. Dato que contrasta con el porcentaje de denuncias, únicamente se denuncia por parte de las víctimas entre el 5 y el 10 % de las mismas.
Por su parte Alberto Zoilo, presidente de ADEFAM, ha apuntado que la ciberseguridad ocupa el primer lugar en el ranking de riesgos empresariales por primera vez en la historia. Asimismo, ha animado a los empresarios a estar alerta sobre los cambios tecnológicos y el impacto que pueden provocar en sus negocios.
Por último, Manuel Broseta, presidente de la Fundación Conexus, ha comentado que “la ciberdelincuencia afecta a pequeñas y grandes empresas y en general a toda la sociedad, y no sólo son daños económicos sino también reputacionales, que en ocasiones son los más difíciles de remontar para las medianas y pequeñas empresas”.