1995 veía nacer el sector de la firma digital en España. La Unión Europea dictaminó la primera normativa en torno a la firma electrónica en 1999. Esto solo sería el comienzo de lo que vendría después. El pistoletazo de salida de una nueva equivalencia entre la firma manuscrita y la firma electrónica avanzada.
En 2003 España promovió la primera legislación para regular la firma electrónica y la prestación de los servicios de certificación. En 2006 nació el DNIe, con el fin que los ciudadanos pudiéramos llevar a cabo consultas y operaciones digitales. Una iniciativa que haría que, cinco años más tarde, España contara con más de 25 millones de DNIs electrónicos.
Todo ello contribuyó a que el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio propusiera 2015 como fecha límite para digitalizar completamente todos los trámites administrativos, implantando la eAdministración, con la incorporación de la firma electrónica. Y llevando a cabo una migración de todos sus registros hacia el formato digital.
Diferentes términos, diferentes tipos
Pero la firma electrónica no venía sola. Junto a ella la firma digital y la firma digitalizada. Conceptos que a algunos puede llevar a error, al pensar que son el mismo. ¿En qué se diferencian? La firma digitalizada pasa a formato electrónico una firma en papel. La firma digital, por su parte, certifica la autenticidad de la identidad del firmante, por lo que otorga validez y legalidad. Podemos encontrar firma digital para contratos de trabajo, por poner un ejemplo. Una modalidad cada vez más en boga.
La firma electrónica, por su parte, es un conjunto de datos que identifican al firmante que puede ser una persona física o empresa. Además, dota al documento firmado de confidencialidad e integridad.
Esta también puede dividirse en tres tipos: simple, avanzada y cualificada. En la simple no hay evidencia de quién es realmente el firmante. Cosa que no sucede con la avanzada, que verifica su la identidad. La cualificada ofrece un mayor nivel de seguridad, pero también mayores dificultades, ya que se necesita el DNIe y un dispositivo seguro de creación de firma cualificado.
Firma electrónica en PDF
Una pregunta que las empresas pueden hacerse es si es posible descargar la firma electrónica en PDF. Lo cierto es que es posible firmar un PDF, pero sería simplemente una firma real, integrada en un documento. Una buena opción cuando tenemos que autenticarnos en un proceso empresarial o mostrar nuestro consentimiento en un documento oficial.
Cada vez más integrada
Y si bien en un primer momento fue la Administración Pública la que la integró en sus procesos de transformación digital. A esta le siguió el sector empresarial, quien también supo reconocer los beneficios aportados. En las pymes, por ejemplo, se ha vinculado a la presentación de impuestos y de gestiones con la Administración. Aunque cada vez va teniendo más adeptos en el mundo de los Recursos Humanos, al mejorar su experiencia de contratación. O en el de las ventas, que reciben un gran número de documentos que deben ser firmados de manera casi inmediata, con el fin de agilizar el cierre de la operación y mejorar la productividad de los comerciales.
El sector del seguro también se beneficia de la misma por la agilidad en la formalización de los documentos, lo que conlleva a una mayor rapidez a la hora de ofrecer cobertura al cliente.
En definitiva, el segmento empresarial valora la seguridad que la firma electrónica representa.